Ha durado 110 años en pie. Ha visto crecer a varias generaciones de vecinos de Gernika-Lumo. También ha sido testigo de la industrialización de nuestro país. Y, de forma bastante sorprendente, el 26 de abril de 1937 los aviones de la Legión Cóndor alemana y de la Aviazione Legionaria italiana no lograron bombardearlo. Ahora, 110 años después, un gran comercio internacional, con la autorización del Ayuntamiento de Gernika-Lumo, va a demoler el depósito de aguas de la fábrica de Los Pirineos.
A finales de octubre supimos que con motivo de las obras de ampliación del supermercado LIDL de Gernika iban a derribar el depósito de aguas de la antigua fábrica de Los Pirineos. Por ello, junto con las asociaciones Gernikazarra y Gernika Batzordea, enviamos varias cartas a las sedes de LIDL, tanto locales como extranjeras, solicitando que no se derribara el depósito de agua.
No obtuvimos respuesta hasta que el tema apareció en los medios de comunicación y en las redes sociales. Entonces, la empresa LIDL y el gobierno municipal quisieron reunirse con las asociaciones que redactamos la carta. De la reunión celebrada con ellos extraemos las siguientes conclusiones y realizamos las siguientes peticiones:
- La propuesta de LIDL sobre el depósito de aguas de la antigua fábrica de Los Pirineos es insuficiente: proponen mantener únicamente el recipiente superior del depósito de agua y trasladar el depósito. Pero el valor de esta construcción va más allá del recipiente superior; su altura, su tamaño, la presencia de su estructura, la referencia que crea en el paisaje, y especialmente su carácter y su historia son los que hay que mantener. La construcción tiene valor en su conjunto.
- Esta situación es responsabilidad del Ayuntamiento de Gernika-Lumo. El Ayuntamiento autorizó a la empresa LIDL la ampliación de su establecimiento comercial en Gernika y el derribo de su depósito de aguas.
Antes de que nosotros enviáramos las cartas a finales de octubre, se realizaron una serie de consultas y peticiones al Ayuntamiento para la protección del depósito de aguas de Los Pirineos. Todas las peticiones recibieron respuestas negativas; que no es posible, que el almacén no tiene valor, que hay que derribarlo por razones técnicas. Es casualidad que ahora, cuando el tema se ha hecho público, cambien de rumbo afirmando que existe la opción de mantener parte del depósito.
Pero la cosa viene de antes. Si el Ayuntamiento hubiera tenido en cuenta las propuestas de asociaciones e historiadores, ahora no estaríamos en esta situación. De hecho, las asociaciones e historiadores participaron en las reuniones celebradas para elaborar el Plan General de Ordenación Urbana y definieron con claridad cuáles eran los edificios previos al bombardeo, es decir, qué edificios deberían ser protegidos, entre ellos el depósito de aguas de Los Pirineos. Pero el Ayuntamiento tiene el PGOU metido en un cajón. Por tanto, las formas de hacer del Ayuntamiento en materia de memoria nos han llevado a esta situación.
- El Ayuntamiento debe crear instrumentos y tomar medidas para poner en valor y proteger nuestro patrimonio. El 85% de los edificios de Gernika fueron destruidos por las llamas del bombardeo. Creemos que es imprescindible mantener los pocos edificios que quedaron en pie, para mantener con vida la memoria de ese Gernika que quisieron destruir.